jueves, 9 de abril de 2009


Creer en la resurrección es tener el coraje de aceptar la reinterpretación que nos da Jesús de esta historia perversa donde triunfa el malo, donde al bueno se lo comen, donde no hay sitio para la persona buena, donde el amor está expatriado, donde fracasa la Causa del Reino, que es Causa de los pobres. Jesús nos reinterpreta la historia diciendo que a pesar de todo, la Utopía del Reino sigue siendo «la» Causa por la que merece la pena vivir y luchar y hasta morir. Creer en Jesús es tener el coraje de creerle a Él Y es, por eso, tener el coraje de creer como él. No se trata de creer en Jesús, sino de creer a Jesús y, por eso, de creer como Jesús, con la fe de Jesús, con su misma pasión por la utopía del Reino, inasequible al desaliento, a pesar del aparente fracaso y de la muerte. Creer en Jesús hoy, concretamente hoy, en esta singular hora espiritual de América Latina, es también creer, como Él, con su misma fe, que la historia no puede llegar a su final un viernes santo, que no puede haber otro «final de la historia» que la realización de la utopía del Reino. Es creer que si éste fuera el final de la historia y ya no hubiéramos de esperar más que «más de lo mismo» de este neoliberalismo concentrador de la riqueza, generador de pobreza y excluidor de los pobres, entonces, no es que hubieran fracasado los proyectos de los pobres, sino que habría fracasado Dios mismo y la humanidad....FELICES PASCUAS PARA TODOS--

1 comentario:

Amaya Martín dijo...
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