Cuando conozcas a alguien, recuerda que se trata de un encuentro sagrado. Cuando ves a esa persona, te ves a ti. Cuando la tratas, tratas contigo. No lo olvides nunca: en ella, te ganas o te pierdes a ti.
El perdón es la fragancia que la violeta deja en el talón de quien la ha pisado.
El perdón es la fragancia que la violeta deja en el talón de quien la ha pisado.
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